Renacida de Las Cenizas Novela

Capitulo 46

Capitulo 46

De repente, senti que no quería regresar Caminando sin rumbo por las calles, ree parecia no tener hogar ni ningún otro lugar a donde ir, asi que saqué mi teléfono para verificar mi cuenta y tenia más de diez mil.

Ese era el dinero para la matricula.

Normalmente, en la familia Fajardo, tanto Matias como la Sra. Fajardo me daban dinero, pero nunca me atrevia a usarlo. Siempre sentia que, viviendo bajo su techo y consumiendo sus recursos, no era conecto aceptar también su dinero. Por lo general preferla ganar algo de dinero por mi cuenta trabajando medio tiempo y junto con las becas de la escuela, lograba sobrevivi

Apretando mis labios, vi un apartamento con un cartel de “Se Renta”

Una idea comenzó a tomar forma en mi mente. ¿Debería mudarme de la casa de la familia Fajardo como primer paso?

Después de todo, estar en la familia Fajardo solo hacía que Matias me despreciara más y más.

Pero los apartamentos cerca del hotel, en el centro de la ciudad, probablemente solo estaban al alcance de los ejecutivos de élite con salarios suficientes para alquilarios NôvelDrama.Org (C) content.

Parecia que la primera cosa que debía hacer después de renacer no era la venganza, sino tener dinero.

Matias me debia desde la vida pasada, asi que usar su dinero para compensar mi vida actual parecia justo.

Tal vez porque había vivido otra vez, me sentia mucho más relajada, sin la timider y las dificultades de mi vida anterior.

Al contrario, me sentia bastante despreocupada. Después de todo, él me lo debía y usar su dinero era lo justo.

Mis padres hablan pagado con sus vidas, ¿por qué debería sentirme culpable? los eran los que deberian sentir vergüenza.

Cuando estaba a punto de tomar el autobús, me di cuenta de que ya no había servicio estas horas.

Miré alrededor para ver si podia encontrar un tax y vi una farmacia

Por un momento, pensé en comprar la pildora del dia después, pero rápidamente deseché esa idea conflictiva. Ya había tomado mi deción y no iba a cambiarla.

Justo cuando iba a pedir un taxi, vi un auto conocido detenido frente a la farmacia

ral Gonzalo de esta

Era el auto de Gonzalo, no muy caro, un Volkswagen de unos cien mil pesos, recordaba la placa, 369. Estire el cuello intentando ver al vida, preguntándome qué estaría haciendo en la farmacia a estas horas

Pero quien bajo del auto fue Jeremias. Entró a la farmacia, y pronto salió con algo que le lanzó a alguien en el asiento trasero. Al cerrar la puerta pareció notarme.

Por la expresión de su rostro, probablemente estaba pensando por qué una joven como yo estaba sola a esta hora de la noche.

Como el diligente detective que era, cerró la puerta del auto y se acercó a mí.

En mi vida pasada, me habla ayudado a descubrir la verdad, superando todos los obstáculos, con una rectitud que lo convert en el mejor policia para mi corazón. No pude evitar sonreiral verlo acercarse.

“Jovencita, soy detective, no tienes por qué temer. Me preocupaba verte sola estas horas, es peligroso“.

Sacó su identificación, mostrándome el propósito de su acercamiento de una manera muy caballeros y gentil.

“Gracias“. No sé por qué pero esa fue la primera cosa que dije automáticamente

Jeremias parecia un poco confundido, pero continud “Donde vives? Te llevare a cosa“.

Siempre siendo tan servicial.

Le negué con la cabeza y dije “No es necesario, tomaré un taxi en un momento. Gracias, Sr. Jeremias. Mi nombre es Norma Ramirez”

Queria que supiera mi nombre porque era una de las almas a las que habis ayudado

Mientras hablabamos, llegó mi taxi.

Jeremias, aún preocupado, detuvo al conductor para verificar su identificación antes de permitirme subir al taxi.

Le sorrel y le dije adiós con la mano.

Aquellos que me hablan ayudado en mi vida pasada siempre estaran en mi corazón, recordándome a estar agradecida.

Cuando el taxi arrancó, via Gonzalo salir del auto, apoyándose en él mientras vomituba.

Asique, igual que ami vida pasada, hoy, Gonzalo habla estado bebiendo con Jeremias, y después de emborracharse, Jeremias le habla comprado medicina para la resaca

Pataba vomitando al lado de la carretem

Entonces, mibijo no era de Gonzalo,

Bueno, parecia que no importaba mucho quién era el padre.

Apoyándome en la ventana del taxi, observé el paisaje del mundo real y hermoso.

Antes, solo tenia ojos para Matias y me olvidaba que el mundo era hermoso.