Capítulo 784
Capítulo 784
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Capitulo784
-¿Viejo conocido?! -Todos quedaron conmocionados como si hubieran sido sacudidos por un terremoto, sus pupilas temblaron y miraron automáticamente a Ema con incredulidad.
Esto incluia a Enrique y a los miembros de la familia Rodriguez.
Sin embargo, solo una persona, además de Clara, mostró la misma tranquilidad: Alejandro. Belonging © NôvelDram/a.Org.
Desde que Clara comenzó a sospechar de Ema, él también había empezado a pensar lo mismo que ella. Pero en ese momento, él tenía una grave lesión en la cabeza y había pasado por una cirugia de cráneo, que lo había llevado al borde de la muerte. Luego, Jimena se involucró en un problema, lo que retrasó su
investigación a fondo.
Esta noche, cuando Clara vino sola a buscar a Ema, él muy apresurado, la llevó escaleras arriba para
detenerla en su acción.
No queria que se metiera en problemas, ya que, si Ema se atrevió a atacar a Luz frente a tantas personas,
también podria atreverse a atacarla a ella.
Él podía encargarse solo de eso, sin que ella se manchara para nada sus manos.
Todo lo sucio y todo lo malvado, el podía ser su verdugo.
Reconocia en este momento su enojo, su resentimiento hacia ella e incluso su cierto grado de odio por
no confiar en él.
Pero en lo más profundo de su alma, todavía la amaba. Ese amor lo había llevado a extremos
inimaginables, ya no consideraba los pros y los contras, solo queria que ella fuera el centro de su vida.
-Ema, Clara dijo que tú y ese delincuente son viejos conocidos. ¿Es cierto? -El corazón de Enrique se
apretó y no pudo evitar preguntar en un voz temblorosa y baja.
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-¿Enrique, me estás interrogando? Clara, es una extraña, viene aquí de repente y me cuestiona sin
argumentos. ¿Tú también quieres pisotearme junto con ella? -Ema abrió desorbitantemente sus ojos,
clavó sus afiladas y puntiagudas uñas en su pecho, mostrando una expresión de dolor y frustración.
Esta reacción era en verdad, un tanto exagerada, como si estuviera actuando en un melodrama.
En ese instante, Leona, que se habla despertado en la habitación debido a la pregunta de su padre, Sambaleándose, alio
salió
Escucho claramente, cada palabra de la conversación entre su padre y su madre, y su corazón latte
Incar en estado de shock
En su impresión, su padre siempre había amado muchisimo a su madre.
Cuando su madre desafiaba constantemente a Fernando, su padre, como el hijo biológico del abuelo, siempre protegia a su bella y querida esposa incondicionalmente. ¡Incluso estuvieron a punto de enfrentarse al abuelo!
Pero esta vez, ¿qué habia sucedido en realidad?
¿Cómo es que, con solo una simple pregunta de Clara, su padre comenzó a dudar de su madre?
-No estoy cuestionándote para nada, estás pensando demasiado a la ligera–frunció el ceño Enrique y
apretó los dedos con fuerza.
¡Por supuesto que no! ¡No tengo absolutamente nada que ver con ese tipo de persona!
Las sienes meticulosas de Ema ya estaban empapadas de sudor mientras miraba muy resentida a Clara, cuya expresión facial era bastante fria como el hielo. -Clara, sé que me odias y ciertamente hemos tenido algunos desacuerdos en el pasado, ¡pero eso ya no me importa! Ahora, cuando algo le sucede a tu familia, siempre me señalas como culpable. ¡No soy una compañía de seguros! ¿Por qué tienes que venir
a culparme cuando algo le sucede a tu familia? ¿Crees que soy fácil de intimidar?
Clara sonrió tranquilamente y dijo: -Señora Ema, ¿estás nerviosa? Solo te hice una simple pregunta, que,
si ustedes dos se conocían, ni siquiera he preguntado nada más. ¿Por qué te pones tan nerviosa? ¿Será
que tienes algo que ocultar?
-Clara…
Ema estaba tan enfadada que casi echaba humo por la boca, sus ojos casi se salían de las órbitas. Estoy mostrando algo de respeto debido a la relación amistosa hay entre el señor Pérez y mi abuelo. ¡No aproveches la situación! ¡No te pases de la raya!
mayores
-¡Carajo! -los ojos de Alejandro se enrojecieron. Si no fuera por los de la familia que están presentes, realmente queria abalanzarse sobre ella y darle un buen susto.
Alejandro apretó el puño instantáneamente y una nube sombría cubrió sus ojos negros como el tintero. Tia Ema, si realmente te consideras la señora Hernández, deberias tener cuidado con tu actitud al hablar
Maldito bastardo! ¡Eres solo un perro de caza que hace todo lo que esa zorra te dice!
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