Esta Vez, ¡No Perderé!’

Capítulo 358 

Subir a las nubes siempre era un proceso lento, paso a paso, que podía llevar años, incluso décadas. Pero caer de las nubes al lodo era tan rápido como un rayo; bastaba con un paso en falso para caer estrepitosamente. 

La reputación de Mauricio en los círculos sociales se desplomó por completo. Las hijas de las familias acomodadas no eran tontas; todas investigaron su pasado. Incluso aquellas que no se preocupaban por el pasado de Mauricio y solo se fijaban en su apariencia, no podían soportar la existencia de Fiorella. Fiorella estaba decidida a permanecer a su lado. 

“Me tomaste por primera vez, deberías ser responsable de mí de por vida.” 

“He estado con el Sr. Tapia, ¿pero tú no has estado también con otras?” 

“Mauricio, a menos que me mates, siempre estaré a tu lado.” 

Los activos de la familia Lucero fueron confiscados uno tras otro por la corte, cayendo del cielo al infierno en un breve periodo. Mauricio finalmente se resignó. Sin la habilidad de empezar desde cero y sin la aureola que el destino le había otorgado, no podía lograr nada significativo. Ni siquiera sabía cómo hacer las tareas del hogar. 

Fiorella, viendo la decadencia de su hogar, también pensó en dejarlo. Pero, después de todo, Mauricio todavía tenía un rostro atractivo. Su apariencia, ahora arruinada por cirugías fallidas, no le permitiría encontrar a alguien mejor. Ambos terminaron apretujados en un pequeño apartamento de alquiler, peleando por nimiedades todos los días. Nôvel(D)ra/ma.Org exclusive © material.

Fiorella quería que Mauricio buscara trabajo. Pero el orgullo de Mauricio era demasiado grande; se negaba rotundamente a trabajar bajo las órdenes de alguien, pasando los días bebiendo en casa, viviendo en un sueño, imaginando que aún era el rico heredero de antes. Así pasaban los días, como gusanos en el lodo, no queriendo ser vistos de día, solo saliendo furtivamente por la noche. 

En su tiempo libre, Fiorella navegaba por su teléfono y por casualidad vio la cuenta de Instagram de Beatriz. Había dejado de seguirla hace mucho. Aplastada por la carga de la vida, Fiorella había olvidado gradualmente aquellos días en que se parecían y actuaban como dobles la una de la otra. La distancia entre ellas la hacía olvidar los celos. Antes, cuando se encontraban, podían considerarse rivales en el mismo nivel. Ahora, solo podía espiarla a través de la distante red. 

Algunas personas son árboles, celosos de los árboles más altos a su alrededor, pero, ¿qué árbol siente celos de las estrellas distantes y brillantes en el cielo? 

Fiorella vio las fotos de la boda de Beatriz: el velo blanco, el lujoso vestido adornado 

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con perlas y diamantes, con una cola de siete metros. Al parecer, el vestido fue diseñado especialmente para ella por un diseñador famoso, y cada diamante en su tiara era único. Fiorella cerró estas páginas y bloqueó la cuenta de Instagram de Beatriz, cerró los ojos y se mintió a sí misma, pretendiendo no haber visto nada. 

Mauricio lanzó una lata de cerveza a la espalda de Fiorella: “Tengo hambre, ve a 

cocinar.” 

Los seguidores, con su agudo sentido de observación, discutieron intensamente desde el vestido de novia hasta las joyas de Beatriz, e incluso los invitados a la boda. 

“De repente siento que, incluso si Bea no hubiera entrado al mundo del espectáculo, viviría muy bien con el Sr. Mangone.” 

“Francamente, el círculo social del cuñado es muy amplio. Organizó una boda en Europa y asistieron muchos nobles locales; vi a varias familias ducales e incluso a algunas princesas conocidas.”