Capítulo 57
Capítulo 57: ¡Ella ha llegado!
Las palabras de Santiago, transmitidas por el micrófono al salón del concurso, causaron un gran
revuelo.
Hasta ahora, durante las calificaciones de los otros concursantes, Santiago ni siquiera se habia
molestado en pronunciar una palabra extra.
Ahora, de repente, quería conocer personalmente a la diseñadora.
¿Significaba eso que la ganadora de este concurso seria, sin lugar a dudas, la señorita Aitana Lancaster que estaba en el escenario? Todos los ojos estaban puestos en Aitana, llenos de
envidia.
Aitana, por su parte, sentia una emoción indescriptible. ¡El señor Mendoza había pedido verla a ella! ¿Acaso se habia fijado en su talento?
Con el corazón acelerado, pero intentando mantener la compostura, Aitana se preparó para
aceptar la invitación del señor Mendoza con una sonrisa elegante. Sin embargo, antes de que
pudiera hablar, la voz del señor Mendoza resonó de nuevo en el lugar.
-Antes de eso, veamos la obra de la última concursante.
En el camerino, Santiago terminó de hablar y se levantó para dirigirse a la zona de espera del
escenario.
Mientras tanto, en el escenario, Aitana frunció el ceño ligeramente y dijo con una sonrisa suave y This material belongs to NôvelDrama.Org.
elegante.
-¿La última concursante? Si no me equivoco, yo debería ser la última, ¿no es así?
Justo después de sus palabras, la pantalla grande mostró la lista de participantes.
Aitana vio su nombre, «Aitana Lancaster» en letras rojas y, justo debajo, «Valentina Lancaster>>
también marcado en rojo. Un destello de pánico cruzó por sus ojos.
Entre la multitud, Valentina, que originalmente planeaba subir al escenario para desenmascarar a
Aitana, se quedó sorprendida al ver su propio nombre en la pantalla.
No habia entregado su obra y probablemente la organización del concurso ya la habría eliminado de la lista. ¿Pero qué estaba pasando ahora?
-Ahora, por favor, que la señorita Valentina Lancaster suba al escenario–anunció la
presentadora en el salón.
+15 BONOS
Todos los presentes volvieron sus miradas hacia la zona de espera, pero no habla señal alguna de Valentina.
En los ojos de Aitana se disipó el pánico momentáneamente. Valentina seguía en el hospital, ¿ cómo podria estar alll?
Con un pensamiento malicioso en mente, Altana se preparó para aprovechar la situación y manchar aún más la reputación de Valentina. Sin embargo, de repente, una voz resonó desde entre la multitud:
-¡Estoy aquí…!
Valentina, sintiendo un dolor desgarrador en su herida, tuvo que esforzarse para hacer oir su voz. Tras repetirlo varias veces, finalmente alguien la miró.
Santiago, que acababa de llegar a la zona de espera, se detuvo en seco al oír esa voz. Miró a través de la multitud y, al ver a Valentina, una expresión de alegría cruzó su rostro distinguido.
-¡Estoy aquí, soy Valentina Lancaster! -La voz de Valentina temblaba mientras volvía a hablar.
Al ver a Valentina aparecer, Santiago discretamente indicó a sus guardaespaldas. En un instante, los hombres se movieron hacia Valentina, abriéndole paso a través de la multitud hacia el escenario. Todos los ojos se centraron en ella mientras avanzaba con determinación.
Sin que la multitud lo notara, Santiago, quien había llegado a la zona de espera, se retiró silenciosamente tras bastidores, siendo solo observado por Álvaro. El popular actor, al ver la figura que se alejaba, luego fijó su atención en Valentina que ya estaba en el escenario.
-¿Ella es? -Álvaro reconoció de inmediato a la mujer del vestuario. Sus ojos brillaron con un interés cautivador.
-Así que su nombre es Valentina Lancaster -murmuró para sí, con una sonrisa intrigante.
Mientras tanto, Valentina subió al escenario y se dirigió directamente hacia Aitana, mirándola fijamente.
Aitana, al percibir la mirada de Valentina, retrocedió instintivamente, presa del pánico.
-Señorita Aitana Lancaster, por favor, acompáñenos a la zona de espectadores para esperar – interrumpió la presentadora.
Aitana, aún confundida y nerviosa por la presencia de Valentina, se aferró a las palabras de la presentadora como un salvavidas.
Pero Valentina no estaba dispuesta a dejarla ir tan fácilmente. Tan pronto como Aitana dio un
paso para alejarse, Valentina la agarró del brazo y declaró en voz alta.