Cariño eres multimillonario

Capítulo 227



Capitulo 227: ¿Voy a Morir?

La voz de Aitana, ni alta ni baja, llegó a los oldos de Valentina, quien casi creyó haber oído mal. ¿ Cómo podria Altana estar en la Villa Valenzuela? Ignoró el llamado, pero Aitana insistió:

-Hermana….

Valentina trunció el ceño y, al girarse lentamente, vio a Altana detrás del sofá, con el ceño tambien fruncido. Valentina tenia una aversión Instintiva hacia Marc y la familia de Aitana, por lo que su presencia en la Villa Valenzuela la puso automáticamente en guardia.

-¿Qué haces aquí? -preguntó con una voz que pareció asustar a Aitana.

Aitana se encogió visiblemente, como un conejito asustado, con miedo en sus ojos pero con un deseo aparente de acercarse a Valentina.

-Hermana, te he extrañado tanto que fui a tu fiesta de bienvenida al trabajo sin que lo supieras. Te vi de lejos ese día, eras tan hermosa, tan talentosa. En el Grupo Valenzuela de Joyería, tu habilidad brilla aún más.

Las palabras de Aitana estaban llenas de admiración hacia Valentina, como si Valentina fuera la luz y ella alguien que seguía esa luz desde la sombra. Pero Valentina estaba cansada de ese acto de Aitana. Aitana siempre jugaba a ser la inocente delante de otros, pero era experta en traicionar por la espalda. No contenta con molestarla junto con Marc y Noah, ahora había llegado a la familia Valenzuela. ¿Qué estaba planeando?

-Hermana…

Aitana de repente dio un paso hacia Valentina. Casi por instinto, Valentina quiso proteger a don Raúl detrás de ella y, cuando Aitana se acercó, la empujó inconscientemente. Aitana se alarmó y retrocedió

varios pasos. En realidad, el empujón de Valentina no fue tap fuerte como para hacerla caer. Pero Aitana no iba a desperdiciar esa oportunidad. Si Valentina la empujaba… ¡entonces

ella se caería!

-¡Ah…!

Aitana gritó con un rostro lleno de terror. Vio preocupación en el rostro de don Raúl y se sintió aún más satisfecha. Con un fuerte golpe, Aitana cayó al suelo, golpeándose incluso la cabeza contra la esquina de una mesa. El dolor intenso se extendió por su cabeza, y al tocar la herida, su mano se cubrió de sangre.

-Sangre… sangre…

Caerse y sangrar estaba fuera de sus cálculos. Pero esto le daba aún más razones para culpar a

Valentina. Con un destello de miedo en sus ojos, miró a Valentina, florando de manera conmovedora

-Hermana, ¿por qué…?

La situación torno por sorpresa a todos los presentes. Don Rack, con el corazón apretado,

ordenó de inmediato.

-Llamen a una ambulancia, Alonso, rápido, lleva a tu hermana at hospital.

Don Raúl se movilizó rápidamente y luego instruyó a Federico.

-Haz que el médico se prepare, prepara el coche, yo también iré al hospital.

En un instante, el salón se convirtió en un caos. Alonso reaccionó y levantó a Aitana en brazos.

Lucia, al regresar, se encontró con esta escena: Alonso llevando a Aitana apresuradamente, y

Federico, tras contactar al médico, empujando la silla de ruedas de don Raúl hacia la puerta. Valentina quedó parada, atónita. Aitana… habla sangrado.

Pero el empujón había sido tan leve, apenas un roce, y aún así, Aitana cayó. Valentina frunció el

cena sin darse cuenta de que don Raúl habia referido a Aitana como tu hermana» cuando habló

con Alonso. Pero Lucia si lo notó.

-Tu hermana…

La hermana de Alonso, aparte de ella, era Valentina. Y Aitana Lucia sintió que algo no

cuadraba y decidió ir al hospital para entender qué estaba pasando. Antes de irse, llamó a

Valentina.

-¿No vas al hospital a ver? -preguntó Lucia.

¿ir al hospital? Valentina se quedó pensativa, sospechando que todo había sido un truco de Aitana. No tenia intención de prestarle atención. Pero antes de que pudiera rechazarla, Lucia se

acercó y la tomó del brazo.

-Vamos, veamos qué pasa. Si algo grave ocurrió, es mejor estar preparadas para actuar.

Aunque Lucia decia esto, ella y Valentina nunca hablan sido aliadas.

Valentina fue llevada al coche por Lucia. El vehiculo aceleró, llegando detrás del coche de Alonso y don Raúl al Hospital Serenidad. Apenas el coche se detuvo, Alonso bajó apresuradamente llevando en

brazos a Aitana. Al entrar al hospital, Altana, temblando y apoyada en el pecho de

Alonso, con una mirada de pánico y voz temblorosa, preguntó:

-Cof…señor Valenzuela, ¿voy a morir?

Alonso trunció el ceno. Et no simpatizata con Aitana. Después de ver su manipulación hacia Valentina en el museo, conocía bien sus artimañas. Pero, al fin y al cabo, era la sangre de su aboeta, ja verdadera señorita de la familia Valenzuela!

-No vas a morir do Alonso Content property of NôvelDra/ma.Org.

-Pero tengo mucho miedo.

Altana, casi por instinto, apretó más fuerte la camisa de Alonso, manchando deliberadamente su ropa blanca con la sangre de su mano. Levantando la vista hacia el guapo perfil de Alonso, sintió una satisfacción que nunca habla experimentado.

El señor Valenzuela, sosteniéndola asi. Esta urgente protección realmente la llenaba de satisfacción. En ese momento, parecia disfrutar del placer de ser valorada por Alonso, tal como Valentina lo era. Más decidida que nunca, pensó que debía arrebatarle todo lo que fuera de

Valentina.

-No te pasará nada, el Hospital Serenidad pertenece al Grupo Mendoza, cuenta con los mejores

equipos y doctores.

Alonso trató de calmarla. Aitana fue llevada al quirófano. Realmente, solo era una herida menor que no requeria tanto alboroto, pero el pálido rostro de Aitana parecia alarmante.

Don Raúl ordenó que viniera el mismo director del hospital. Media hora después, con dos puntos. detrás de la oreja, Aitana yacia en la cama de hospital, llorando como si hubiera sido desfigurada. Pero frente a don Raúl seguia mostrándose comprensiva.

-Estoy bien, fue mi descuido, no es culpa de mi hermana…

Valentina entro justo a tiempo para escuchar esas palabras y una sonrisa ironica se dibujo en su

rostro.

-Aitana, ¿para quien es este teatro?

Lo que más detestaba era la falsedad de Aitana. Habia consultado con el médico sobre la

verdadera condición de Aitana y siempre habla sospechado que no fue por ella que Aitana

termino golpeandose contra la esquina de la mesa.

-Hermana…

Al ver a Valentina, Aitana se encogió como un animal asustado. El miedo visible en sus ojos hizo

que el semblante de don Raúl se oscureciera instantáneamente.

Valentina miró hacia don Raúl. Siempre habia estado preocupada por las intenciones de Aitana hacia su abuelo, dispuesta a protegerlo de cualquier daño. Por eso, no tuvo compasión con

+15 BONOS

Aitana.

-Aitana, no soy tu hermana. Lo que quieras hacer, hazlo contra mi. Pero si intentas algo contra

la familia Valenzuela, te destruiré.

Tras decir esto, Valentina se acercó a don Raúl.

-Abuelo, déjeme llevarlo a casa.


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